Un dilema cotidiano
Un buen texto aportará a la enseñanza en valores, será pasible de ser comprendido en su esencia por nuestros alumnos aún aportando algunos conocimientos nuevos y enriqueciendo el vocabulario de los niños, nos dará pie para las obsevaciones sobre el lenguaje desde la sintaxis, será estéticamente valioso.
Lo anterior no significa que en una primera lectura debamos abordar el texto explotando todas sus potencialidades. Podemos centrarnos en alguna de ellas según el interés del momento. Podemos dejar el contacto con el texto en una clase o extenderlo a más de una abordando aspectos diferentes o promoviendo nuevas lecturas asociadas con otras áreas del conocimiento.
Antes de seleccionar un texto debemos considerar:
- Su valor intrínseco.
- Que sea genuino.
- Que nos guste a nosotros mismos.
- Las posibilidades de que llegue materialmente a los niños (libro, fotocopia, soportes virtuales).
- Para qué lo vamos a usar en clase.
Considerando conjuntamente los dos últimos aspectos nombrados entraremos a ponderar:
- Extensión.
- Registro. (Inclúyase vocabulario y sintaxis).
- Vinculación con los intereses de los educandos.
- Posible cantidad de vocablos o expresiones que puedan presentar dificultades de comprensión para los niños. (Búsquese que sea porcentualmente baja).
Siguiendo el link podrán encontrar textos de Memoria del Fuego para leer, disfrutar y trabajar.
Más de Eduardo Galeano:
http://eduardogaleano.net/index.php?option=com_content&task=blogcategory&id=15&Itemid=26
No nos olvidemos de los clásicos
Los nuevos programas prescriben una lista de autores que rescata a muchos.
Desde Internet podemos acceder a parte del material de Juana de Ibarbourou.
No solo prosa y verso
La prosa y el verso tienen una larga tradición como materiales de lectura y modelos de producción de texto en la escuela.
La prosa es la más milenaria de las manifestaciones. La magia del cuento, especialmente, ha rodeado a múltiples generaciones y debemos luchar porque siga haciéndolo.
El verso se asocia con frecuencia a la oralidad, enriquece la sensibilidad y el vocabulario, promueve la creatividad unido a otros lenguajes como las artes visuales, la música o la expresión corporal.
Pero, el teatro también existe. Hoy contamos con muchos buenos escritores que hacen obras para niños.
La lectura de una obra dramática es condición para su representación, que, sin duda es su verdadero destino. Podemos trabajar en clase una lectura expresiva, en la cual distintos lectores encarnen a los diferentes personajes y uno de ellos oralice las partes correspondientes a las descripciones escénicas.
Entre los uruguayos que se destacan por su labor en teatro para niños está Ignacio Martínez.
Siguiendo el link podrás acercarte a una de sus deliciosas obras.
http://docs.google.com/fileview?id=0B0JL-QKrEj9LN2VkY2FjNzktMjJmMS00ZTFiLWFlZjktNTdmYmFhMWUzNzcw&hl=es
Listado de autores propuesto en el programa de Literatura
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Autores que nos atrevemos a recomendar:
(El listado pretende seguir el criterio usado en el Programa aunque no lo compartimos plenamente)
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