En nuestro país tradicionalmente se ha estudiado teatro en los centros de enseñanza media incluído en los programas de literatura y visto como un género literario. El actual programa de Primaria lo presenta en forma independiente, los maestros generalmente lo sentimos en el medio de la expresión corporal y la literatura. Lo fundamental al trabajar con teatro en la escuela es recordar que no somos formadores de actores sino facilitadores del acercamiento del niño a una expresión de cultura y a técnicas que le permitan generar estrategias de relacionamiento con las demás personas y de comprensión de las conductas y actitudes ajenas.
Desde el punto de vista literario reconocemos en el teatro la presencia de dos niveles de texto: el principal (lo que
dicen los actores) y el secundario o didascálico (lo que se
hace), los cuales se reconocen visualmente con la tipografía y la diagramación y funcionalmente con el uso que se les da al realizar la puesta en escena que es la verdadera razón de ser de un texto teatral.
Como elementos que integran la terminología asociada al teatro debemos manejar:autor, actor,director,apuntador,protagonista,antagonista,deuteragonista,escenógrafo,vestuarista,
maquillador,sonidista,peinador,dentro de los elementos humanos y argumento,guión,diálogo, monólogo, aparte,acto, escena, foro, mutis, telón, trampilla, dentro de los elementos técnicos.
Los grandes subgéneros del teatro son
tragedia y
comedia asociados al final desgraciado o feliz de la obra. Estos subgéneros pueden mezclarse y originar la tragicomedia, pero también hay subgéneros a veces llamados menores que tienen que ver con el contenido o con un cierto lugar o momento histórico de la obra como retablos,entremeses,farsas, pasos, sainetes( en
Wikipedia encontrarán una descripción más detallada).
El teatro en la escuela podrá ser abordado desde la lectura, desde la producción de guiones, desde la actuación en diferentes momentos y con distintos propósitos. Siempre creemos que la lectura es el primer paso si bien juegos como los juegos de roles, representar palabras, ideas, libros o películas pueden ser una puerta de entrada a partir de la expresión corporal, para llegar a escribir o a interpretar obras propiamente teatrales debemos leerlas.
La interpretación de obras teatrales puede servir para ejercitar la memoria, aprender a controlar las emociones, integrarse socialmente, mejorar la dicción y la respiración, incrementar la seguridad, sentirse útil , comprender los mensajes no verbales y cuidar su producción, valorar el mensaje de distintos tipos de emisión de la voz. Simplemente leer o asistir a representaciones de obras puede servir para acercarse a otro tiempo, a otro lugar, a distintos estratos sociales, a variantes lingüísticas, a escalas de valores compartibles o no. En fin, el teatro en la escuela es un manantial de posibilidades y, como siempre, está en los maestros saber aprovecharlas en bien de la formación integral de sus educandos.
El programa incluye el teatro de títeres que reservaremos para otra entrada.